Dativo ético.
Dativo es uno de los casos de las palabras (latín, por ejemplo, o alemán) y se corresponde con la función sintáctica de Complemento Indirecto. En español no tenemos casos pero sí tenemos complemento indirecto.
Yo di un regalo a José María
CI
Yo le di un regalo
CI
Se llamaba desde tiempo inmemorial Dativo ético a una construcción, generalmente dentro del nivel coloquial de la lengua, en la que aparece un CI. Nicole Delbecque de la Universidad Católica de Lovaina en su artículo "El dativo español: una tipología" dice "El dativo ético no forma parte de la valencia verbal, es compatible con casi todos los verbos y puede añadirse a cualquier tipo de cláusula. Su función consiste en poner la estructura del evento en relación con los interlocutores, lo cual explica la alta frecuencia de la primera y segunda persona así como de enunciados exhortativos y exclamativos, en los que la interacción es particularmente intensiva."
Sus alumnos no le estudian nada
CI
No te me bebas toda la sangría.
CI
Lo que esto quiere decir es que mientras que sus alumnos no estudian su asignatura cuando él imparte las clases se abre al posibilidad de que en clase de otros profesores sí estudien. Así que le pueden decir...
A mí sí me estudian.
CI CI
En donde se puede apreciar un pleonástico.En el segundo ejemplo ocurre algo parecido. Podríamos decir que es casi como decir "hazme el favor de no beberte toda la sangría".
En donde se puede apreciar un pleonástico.En el segundo ejemplo ocurre algo parecido. Podríamos decir que es casi como decir "hazme el favor de no beberte toda la sangría".
La RAE no gusta de estas construcciones y, por ello, las introduce en el lenguaje familiar prefiriendo la construcción en la que no aparece dicho dativo. Sin embargo se utiliza cuando los que vamos a llamar "actantes" son varios. En un primer momento el sujeto pero en un segundo grado el CI, como así dicen los gramáticos. Es decir, el CI tiene una participación en la oración de afectado por la acción del verbo.
Algunos gramáticos han llamado también dativo ético a un tipo de construcción en la que aparece el pronombre.
Me comí un bocadillo.
Pero voy a justificar que esto no debería llamarse Dativo ético.
1. En el primer caso, el sujeto debe ser diferente a la persona del pronombre mientras que en el segundo caso, el sujeto siempre es igual al pronombre.
2. En el primer caso, en tercera persona nunca aparece el pronombre SE, que en el segundo caso es siempre el que aparece.
3. En el primer caso, en los análisis sintácticos ponemos debajo la función de CI, porque se considera "dativo", pero en el segundo caso el pronombre no tiene función y la mayoría de los gramáticos la consideran unido al verbo como núcleo del predicado.
4. El primer caso está dentro del lenguaje coloquial, pero el segundo caso está tan lexicalizado que puede incluirse la mayor parte de las ocasiones dentro del nivel estándar de la lengua.
5. El primer caso si lo quitamos perdemos la idea de que el sujeto realiza la acción como un elemento favorable o desfavorable del CI mientras que el segundo caso muchas veces no toma ese carácter y simplemente es algo añadido para enfatizar el significado del verbo. Es decir, perdemos ese carácter actancial del que hablábamos.
6. En el caso de "No te me bebas toda la sangría" aparece ese mismo pronombre que está dentro de lo que la RAE llama un pronombre paradigmático y que se asemeja al que se ha denominado pseudorreflexivo. De hecho podemos tener los siguientes casos:
No bebas toda la sangría.
No te bebas toda la sangría.
No me bebas toda la sangría.
Sólo en el último caso tenemos el Dativo ético mientras que en la segunda oración lo que tenemos es lo que otros gramáticos han llamado "pronombre redundante o estilístico", que mantiene un énfasis en la acción pero que se puede quitar sin que se pierda el significado general de la oración.
7. Las oraciones exhortativas negativas son muy frecuentes, como podemos ver en estos casos:
7. Las oraciones exhortativas negativas son muy frecuentes, como podemos ver en estos casos:
¡No me cruces la calle!
¡No me hagas el vago!
¡No me vengas con esas!
Pero el otro tipo de pronombre no tiene esta característica y se puede utilizar en oraciones negativas y afirmativas sin que haya un matiz parecido a este.
Me comí todo el bocadillo.
No me comí todo el bocadillo.
Voy a poner diferentes ejemplos de lo que es un dativo ético y de lo que puede llamarse pronombre redundante.
Dativo
A mí no me ande usted enseñando monos.
B B A
No le duerme nada por las noches. (Sujeto 3ª persona)
B A
Te trabajan mucho estos chicos pequeños.
B A
No te me vengas arriba por tan poco. (Sujeto 2ª persona)
B A
En todos estos casos hay:
El sujeto, que es A
El CI, que es B
Redundante
Me fumé una cajetilla de tabaco
Te estudiaste toda la lección.
Se sabe el tema de memoria.
Estos casos parecen reflexivas pero no lo son, de hecho en algunas gramáticas se llaman falsas reflexivas. No hay dos actantes sino uno, ya que el sujeto y el pronombre es la misma persona. Si lo quitamos no ocurre nada.
Fumé una cajetilla de tabaco.
estudiaste toda la lección.
Sabe el tema de memoria.
La pérdida significativa por la desaparición del pronombre es prácticamente nula.
Con esto espero haber dejado clara mi postura ante esta cuestión y dejar el nombre de dativo al verdadero CI, mientras que el que es un pronombre desemantizado deberá llamarse de otra manera.
Como me da por dedicar las entradas, esta se la voy a dedicar a José María Troyano porque nos gusta hablar de la Lengua castellana y su gramática.
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