Tengo un amigo que está deseando ver la película de Sorrentino porque, según él, es lo único bueno que hace el cine italiano hoy en día. Pero yo creo que lo que le atrae es la imagen que han escogido para captar al espectador (masculino???) Yo le digo qué ve en la foto y él me contesta que nada y que le gustaría estar en el lugar de los grandes actores que sí vemos.
Yo veo otra cosa, claro.
Veo a Susana y los viejos, de toda la vida de Dios, pero con algunos cambios modernos. Una foto con mucha semántica, como me gusta decir.
Susana y los viejos es una relato bíblico que ha dado muchos cuadros interesantes a los museos. Su historia siempre me ha interesado porque el nombre de Susana, que se ha unido a la flor de la azucena, ha sido el símbolo de la pureza femenina, de su blancura (siempre que significa virginidad).
Una coincidencia, que no lo es, es la relación entre los nombres de las dos mujeres de la famosa zarzuela La verbena de la Paloma. Casta y Susana, son ellas las que intentan seducir "castamente" a don Hilarión y para que se vea que no solo yo he relacionado estos dos elementos, os pongo un enlace a un artículo de Manuel Longares que ya lo había hecho:
http://elpais.com/diario/2002/08/18/madrid/1029669856_850215.html
http://elpais.com/diario/2002/08/18/madrid/1029669856_850215.html
Susana ("muy bella y temerosa de Dios"), cuenta este relato, es esposa de un judío rico que está en Babilonia. Se les asignan dos jueces "ancianos" a los que se les relaciona con la "iniquidad".
Ellos iban a casa de Joaquín y ella paseaba por el huerto. Al verla "pervirtieron su mente y desviaron sus ojos". La vergüenza de sus pensamientos les hacía no comentar nada mútuamente pero un día confesaron "su pasión". Una mañana quiso bañarse en el jardín porque hacia calor y pidió a sus doncellas que le trajeran aceites y otros objetos de tocador. Los ancianos estaban escondidos y ella no lo sabía. Cuando las mujeres salieron, se acercaron e intentaron persuadirla de que se acostara con ellos y que si no lo hacía, irían con el cuento de que ella mandó alejarse a las mujeres para poder quedarse a solas con ellos.
Susana está en gran aprieto porque si accede perderá su honor pero si no, podrá ser acusada y morirá. Ella prefiere morir que "consentir lo que es pecado" y grita, lo mismo que ellos. Los dos ancianos, al día siguiente, cuando todo el mundo estaba reunido en casa de Joaquín decidieron condenarla a muerte. La belleza de la mujer era muy grande y lloraba cuando se tuvo que quitar el velo para que la vieran todos. Pero "levantó los ojos al cielo, porque su corazón tenía puesta su confianza en Dios".
Los ancianos fueron capaces de decir que ella había echado a los criados y recibido a un joven con el que se acostó. Fueron creídos por ser jueces y mayores pero... El señor oyó las plegarias que le dirigió y, cuando la iban a matar, un muchacho llamado Daniel dijo que separaran a los dos hombres. A cada uno les preguntó bajo que árbol estaban los amantes y no se pusieron de acuerdo. Por lo que se descubrió la mentira. Según la ley fueron ellos los que murieron ajusticiados.
Aquí os he puesto tres cuadros de Rembrandt que trata este tema. Los tres cuadros pertenecen al mismo momento, al del acoso de la pobre Susana. Rembrandt es muy púdico y no enseña nada más que lo necesario en el primero de todos. En los demás vemos su carne blanca pero no sus atributos sexuales porque no hace falta en ese mundo puritano protestante.
El cuadro de El Guercino, también es muy parecido. Los ancianos están detrás de ella y solo ven su espalda mientras que nosotros apreciamos apenas su busto.
La misma postura que tiene Susana en la obra de Lovis Corinth de 1890. En ambas obras ellos la miran y es justo el momento anterior que el de las de Rembrandt. Ella todavía no ha tomado conciencia de que hay alguien que la observa. A mí me recuerda mucho a las obras de los baños de Argel y podría ser uno de ellos si no fuera por las cabezas asomando.
Ahora quizá es el momento para recordar que los temas en los que hay desnudos "porque lo exige el guión", como se decía en la España del "destape", era la excusa perfecta para poder poner una mujer en cueros. El artista podía de esa manera demostrar sus habilidades anatómicas.
Habría que ver qué se le puede ocurrir a una mujer sobre este tema. El relato bíblico presenta la visión que se tenía sobre la mujer y, que espero, que esté cambiando. La belleza al alcance de cualquiera. El cuerpo bellos como objeto de placer. A los ancianos no se les ocurre pensar en los hijos de Susana (que los tiene) y lo que va a pasar con ellos; en la ruptura de un amor o de un matrimonio. Solo piensan en que ella ha preferido no acostarse con ellos pero no por ser ancianos, sino por lo que supone ser infiel a su esposo.
En la Biblia, los ancianos son criticados porque deberían haber sido los que representaran las bondades y sabidurías de la edad y es todo lo contrario, la lascivia y la maldad. Daniel es joven, inexperto, pero sabe que no se puede condenar a una inocente. Quizá tiene toda la vida por delante y está viviendo el amor y el sexo con plenitud.
Artemisia Gentileschi es una artista del barroco que no dejó de pintar este tema. Ella la pone de frente, deja apreciar más su anatomía. Los ancianos siguen detrás. Pero lo que ella transmite es la repulsión que, como mujer, tiene el hecho en sí. La protagonista es precisamente ella y su primer plano. El rechazo es con su gesto, con sus manos, con su cuello, que se dobla de una manera exagerada para evitar el aliento de los ancianos "babosos".
Pero una mujer moderna Brigitte Scenczy en 1985 le quita todo el dramatismo. Ella muestra todo su cuerpo que se mete en la piscina. Los ancianos están en ella. Es la que empieza a parecerse a la de nuestra película. Ahí están esperando a que ella entre para poder atraparla mejor. No hay rechazo porque todavía no sabe lo que la espera. Desde luego que hay novedad en el tratamiento del tema.
Franz von Stuck tiene otra versión interesante de 1904. Los ancianos siguen detrás pero no ven nada porque ella les tapa su cuerpo con el manto azul que remarca su bello cuerpo blanco. También es morena como la de Corith pero es que están pintadas casi en el mismo momento. No pretendo hacer un listado de Susanas y viejos de la historia del arte, hay muchas y, quizá haya un blog que lo tenga.
Yo voy a hacer finalmente una serie de consideraciones de este tema en relación al cartel de la película.
La mayor parte de las obras en la que aparece Susana y los viejos se hace con ella de frente enseñando parte de su anatomía. Muy blanca como mandaba el canon de belleza de la mujer de todos los tiempos hasta que se inventó tomar el sol. En la foto de nuestra película ella está morena, como manda el ideal de belleza actual.
Los ancianos están detrás para que veamos sus caras. En todas salvo en la de Brigitte están en la tierra. Algunas representaciones se hacen con ella de espalda a nosotros para que podamos apreciarla. Los ancianos verían su parte frontal, pero, como ocurre el el lienzo de Stuck, eso es demasiado para un espectador de entonces y siempre hay un obstáculo.
Los ancianos están detrás para que veamos sus caras. En todas salvo en la de Brigitte están en la tierra. Algunas representaciones se hacen con ella de espalda a nosotros para que podamos apreciarla. Los ancianos verían su parte frontal, pero, como ocurre el el lienzo de Stuck, eso es demasiado para un espectador de entonces y siempre hay un obstáculo.
Podríamos decir que nosotros sí podemos ver pero ellos no. El cartel del cine une el lienzo de Scenczy con el de Stuck y nos los encontramos en la piscina mientras que nosotros apreciamos su espalda (en algunas fotos censuran el trasero). Pero la modernidad, que para eso estamos cambiando lo mismo para que todo vuelva a estar igual, nos ofrece la idea de que habría que esperar al siglo XXI para que los viejos, por fin, se pongan las botas y no parecen muy felices. Anda que...
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