Este es un dibujo que realizó el mismo autor para la obra. Se trata del momento en el que el "Hombre de arena" llega a la casa mientras que el protagonista está escondido detrás de las cortinas. Se aprecia la cara de miedo del niño y también la cara fea y extraña del hombre que venía a casa de su padre.
Está claro que a los adolescentes y jóvenes de hoy les va a resultar familiar lo que se cuenta en El hombre de arena, pero no podemos dejar de entender lo novedoso de su tema para la época. La deuda, como dijo Montaña Luengo en la entrada de La princesa y el granuja que tiene Galdós de esta obra es muy grande, pero también Bécquer en El rayo de Luna en el que los amores hacia algo imposible como un muñeco o un rayo de luna nos hace enloquecer.
Debemos recordar a los jóvenes que el relato se publicó en 1817, hace doscientos años y que desde entonces se han escrito y filmado muchas historias con temas parecidos. Está escrita de manera epistolar como era muy utilizado en los primeros años de siglo. recordemos que Las amistades peligrosas de Choderlos de Lanclos o Lady Susan de Jane Austen están escritas así.



Cuando se describe a Clara se hace con una serie de referencia a la pintura. Un caso extraordinario para aquellos que lean por primera vez a Hoffmann. Los ojos de Clara son como el azul de un lago de Ruysdael, pintor neerlandés barroco, que podemos apreciar en la fundación Thyssen de Madrid, por ejemplo. El cabello es como del de María Magdalena. En este caso pongo la de Ribera, una de mis favoritas. Y la blancura de su piel es como un cuadro de Batoni. Aquí pongo uno, que representa a Diana cazadora jugando con Cupido, muy propio. lo único es que en el cuento aparece escrito Battoni, aunque en realidad sea Pompeo Batoni.
El nombre de la amada es Olimpia, la habitante del monte Olimpo de los dioses grecolatinos. Olimpo es el monte más alto de Grecia y significa "el luminoso", por lo tanto, la relación con la autómata es bastante singular puesto que ella no tiene luz en sus ojos.
Todo el cuento tiene la idea de la dualidad y de los ojos. Dos personas que parecen iguales Coppelius y Coppola, dos naturalistas descritos como uno solo, dos amadas de significado (clara o luz), dos mundos y dos vidas como los dos ojos que aparecen en el cuento. La realidad y la ficción como elemento importante de toda esta narración. Si lo que pasa es realmente lo que sucede. Si la amada, a la que se ama con pasión no es ni más ni menos que una autómata, que queda despedazada. Lo que la razón no deja pero que la pasión sí. Ya que Nataniel ama a Olimpia, no a pesar de ser así, sino sencillamente porque es así. Su realidad no se ve con los ojos, se siente.
Todo el cuento tiene la idea de la dualidad y de los ojos. Dos personas que parecen iguales Coppelius y Coppola, dos naturalistas descritos como uno solo, dos amadas de significado (clara o luz), dos mundos y dos vidas como los dos ojos que aparecen en el cuento. La realidad y la ficción como elemento importante de toda esta narración. Si lo que pasa es realmente lo que sucede. Si la amada, a la que se ama con pasión no es ni más ni menos que una autómata, que queda despedazada. Lo que la razón no deja pero que la pasión sí. Ya que Nataniel ama a Olimpia, no a pesar de ser así, sino sencillamente porque es así. Su realidad no se ve con los ojos, se siente.
La locura con la que acaba el personaje, que es la misma con la que acaba el protagonista de El rayo de luna de Bécquer porque se da cuenta de que el verdadero amor no existe.
Dedicado a estas alumnas (y algún que otro alumno) de 1º Bachillerato de LIU, que quieren saberlo todo... ¡Y me parece muy bien!